Es
importante mencionar que naturalmente, los chicos en
edades de entre 1 año y 6 años aproximadamente, adquieren sus aprendizajes por
descubrimiento y sobre todo por imitación. Creo que es un punto a favor de la
televisión. Ya que todo lo reflejado por esta (lenguaje, expresión corporal,
diálogos, imágenes, etc.), para los chicos resulta ser sano, bueno y muy
imitable. Todavía no son capaces de discriminar lo bueno de lo malo.
En la Argentina es poca la
programación que hay destinada para chicos y la mayoría se pasa por cable y son
programas de otros países, los (pocos) programas para chicos y/o adolescentes,
suelen dividir su mundo en dos. Están los lindos y los feos; los ricos y los
pobres, siempre en los extremos. Instalándose estereotipos.
Según Morduchowicz, una
televisión de calidad debería romper con esos estereotipos y reflejar con mayor
amplitud todas las realidades.
Pero Martín Barbero (1987) hace hincapié en que el televidente no se enfrenta a la
televisión con la mente en blanco sino que viene con una serie de
significaciones, ideas, actitudes, valores, etc.; lo que significa que el
receptor no “capta” el mensaje tal cual se lo envía el receptor sino que lo
“lleva” a otras instancias sociales donde él también interactúa.
En
relación a la educación, muchas veces la
tele no es vista como institución educativa con capacidad de “moldeamiento
social”. Pero esa tele es la que más educa.
Durante mi
residencia en 2º grado en la escuela nº21 uno de los temas a dar fue “la
noticia y sus partes”. Como ya planteaba Sócrates desde un comienzo, el diálogo
cumplió un papel fundamental y el punto de partida fue indagar sobre esos
conocimientos previos que poseen nuestros alumnos partiendo de la idea de
medios de comunicación. Fue llamativo que lo primero que saliera cuando se
nombraron los medios de comunicación fuera la televisión y que a su vez, ante
la pregunta de ¿para qué sirve la tele? las respuestas se repitieran, por
ejemplo “Sirve para informarnos”, “Nos divierte”, “Para saber que pasa en el
mundo”, entre otras. Cabe destacar que todos los alumnos tienen varios
televisores en sus casas.
Como
plantea Guillermo Orozco Gómez (2002) la relación tele-televidente mantiene elementos que
motivan la necesidad de una educación de las audiencias., ya que estas
sostienen que es un medio de entretenimiento y
diversión y en todo caso de información, pero no de educación.
Los chicos
de hoy en día, tan apabullados con los avances de la tecnología, tienen tan
naturalizada la televisión en la casa que no la ven como un medio de
comunicación que pueda llegar a educar. Pero como docente, creo que la tele es
un buen recurso si se tienen ganas de implementarla.
La
educación fuera de la clase estructurada, donde el docente se para frente al
pizarrón y los alumnos escuchan con atención, no es sinónimo de aburrimiento.
Buscar otros recursos como por ejemplo la tele es clave para disfrutar cuando
se aprende y hacerlo placentero para el sujeto. La tele propicia experiencias
placenteras y educa, aun sin proponérselo. Pero, como
sostiene Cristina Corea en Pedagogía del aburrido “No puede haber un uso pedagógico
de la televisión. A ella se está conectado o no, y si no se esta conectado no
se puede pensar sobre eso... La edad no tiene que ver con este nivel de
conexión sino que tiene que ver con la propia subjetividad.”
Así como sostiene Jorge Huergo "en la dimensión educativa de las pantallas, la intervención pedagógica debe ocuparse de comprender la relación entre audiencias y pantallas que permite fomentar la creación, producción y transformación de la lectura y escritura del mundo."
Me parece fundamental que antes de implementar este recurso se pueda educar a la audiencia para una alfabetización audiovisual ya que se cree que para mirar la tele no hace falta adiestrarse o alfabetizarse.
No se
busca producir cualquier conocimiento, debe incluir como declaró Freire en sus
enseñanzas: reflexión y acción sobre el mundo para transformarlo.
Noto en tu posteo un gran esfuerzo de articulación teórica. No solo entre los textos y autores leídos en el bloque 2 sino también en el bloque 1 y otros estudiados en otras materias.
ResponderEliminarlo que me parece que queda un poco relegado es tu propia experiencia. Si bien comentás algo de lo vivdo junto a tus alumnos en la residencia, no aparece tanto la reflexión sobre tu propio posicionamiento como futura docente.
Y quiza también pudiera haber sido más consistente el formato hipertextual de la publicación.