Al comenzar a leer los textos varias cosas se me vinieron a la mente, que se relacionan con mis prácticas. Preguntas como: ¿se le da relevancia, dentro de la escuela, a la televisión? ¿Se considera que la televisión educa? ¿Se aprovecha la televisión cómo un recurso pedagógico y formativo?...
En mi corta
experiencia en las escuelas, creo que las respuestas a estas preguntas son
negativas. Los educadores consideran que la televisión es algo que los niños
solo usan para relajarse, para divertirse y sólo le otorgan esa función. Como
dice Orozco Gómez “la televisión es
criticada (…) pero no es vista como una institución educativa, con gran
capacidad de moldeamiento social. El punto está en que aun considerando a la
televisión como un medio poderoso, esa consideración está ligada a una idea
restringida de lo educativo, como aquello que es instructivo o pensado
expresamente para ser enseñado (…)”. (recomendación http://portal.educ.ar/debates/educacionytic/nuevos-alfabetismos/vivir-en-la-pantalla-desordenamientos-en-una-sociedadaudiencia-que-aprende.php algo más sobre el autor)
Y no se dan cuenta que, siguiendo al
autor, “a través de experimentar y explorar se va produciendo un aprendizaje en
una secuencia que encadena y conecta constructivamente unos conocimientos con
otros formando redes de conocimiento”.
Esa experimentación, podría partir
de algún programa de televisión, de algún documental que se de por televisión,
de alguna película. No la toman como un posible disparador, como una pregunta
disparadora, que puede generar debates
que culminen en la construcción de algún conocimiento. No la aceptan como algo
que puede generar un buen clima para que los niños se desinhiban, y puedan
expresar libremente sus ideas; ya que quizás hablar de algo que vieron en la
tele, les de más confianza para tomar la palabra y expresar sus pensamientos,
porque la televisión es algo cotidiano, que esta al alcance de casi todos. Citando
al autor “(…) es la televisión el medio que
ha conquistado la mayor popularidad y el único que tiene una inserción social
de casi el 100% en las sociedades contemporáneas. (…)”.
Lo que deben
comprender los docentes es que la televisión no debe ser excluida del aula. Los
niños de hoy se mimetizan con los programas televisivos que consumen (hablan
como se habla en el programa, hacen las cosas que se hacen en el programa, usan
la ropa, etc.). Y si excluimos la televisión, sería como excluirlos a los niños
que se sienten tan identificados con ella. Estaríamos excluyendo una parte de
lo que forma la identidad del niño, de lo que es significativo para el. (recomiendo una nota interesante http://www.holistika.net/infancia/infancia/el_impacto_de_la_television_y_otros_medios_en_el_desarrollo_de_las_ninas_y_los_ninos.asp)
Deberíamos
entender que la televisión forma parte de uno de los nuevos modos de aprender. Los
niños de hoy aprenden de manera muy diferente a los que aprendíamos en la vieja
escuela nosotros. Para captar la atención de estos niños debemos brindarles
conocimientos que sean significativos para ellos, si hacemos oídos sordos a lo
que ellos nos dicen que le es importante, no podremos brindarles una educación
que les sirva.
Entre esos
nuevos modos de aprender se encuentran la televisión y las nuevas tecnologías. Estos
son tomados, según palabras de Orozco Gómez, “(…) además de enfatizar la exploración y el descubrimiento, enfatiza
por igual la experiencia lúdica de los sujetos educandos. Ya no se trata,
entonces, de sufrir al educarse. (…) se trata de disfrutar mientras se aprende
y más aun, aprender bajo la condición de que hacerlo resulte placentero para el
sujeto (…)”. Esto me hizo recordar mis
prácticas, junto con mi pareja pedagógica, planificamos todas nuestras
clases con la utilización de la tecnología o de imágenes. Lo pensamos cómo algo
que nos ayudaría a trasmitir, que nos ayudaría para que junto con los niños, construyamos
un conocimiento. Pensamos en eso porque le resultaría más significativo, porque
utilizando imágenes recurríamos a algo concreto para ellos, el uso de videos
habría las puertas al debate, escuchar canciones nos hacía pensar y reflexionar
juntos. Si juntos, porque ellos me enseñaron mucho, es impresionante lo que una
imagen o un video generan en los niños (sobre todo en niños pequeños, en mi
caso tenía niños de 1°grado), tienen mucha capacidad de análisis, son críticos
y eso ayuda a que el clima que se genera sea apto para que todos sean capaces
de tomar la palabra.
Al leer el
texto “El psicodrama aplicado al estudio de la representación familiar
televisiva. De Inés Cornejo Portugal”, me remonté a mis prácticas. Si bien la
autora plantea poner en escena la relación que se establece entre televisión-televidente.
En mis prácticas el producto final consistía en una representación, por parte
de los niños, con títeres. Lo relaciono, porque según la autora “el psicodrama es una técnica que permite al
sujeto actuar sus conflictos en lugar de hablar de ellos; tiene aplicaciones
terapéuticas y pedagógicas”. Justamente eso pretendía, partiendo de un
video sobre el respeto por la diversidad cultural los niños debían, a través de
los títeres, expresar y exponer cómo se sentiría en el lugar del protagonista. La
verdad funcionó muy bien, y los niños se interesaron y pudieron desarrollar la
propuesta.
Este es el video a partir del cual partió mi propuesta.
A partir de esto los niños realizaron títeres y "dramatizaron" acerca de ¿cómo se sentirían si fueran Crecencio?
La utilización de los recursos tecnológicos y la dramatización como recursos didácticos me resultó sumamente beneficioso. Recomiendo que se animen a implementarla.
Hola Natalia
ResponderEliminarEscribiste una verdadera bitácora, dando cuenta de la experiencia de lectura de la bibliografía de la materia, de manera articulada con tus prácticas en la escuela.
También lo hipertextual está bien cuidado (aunque hay algunos links que quedaron medio descolgados).
En fin, lindo post!