lunes, 11 de junio de 2012

Primeros pasos


Un (hiper-)texto de bitácora en la blogósfera

 
La puesta a punto de un blog como espacio virtual de intercambio apunta a que después de cada bloque, se confeccionen posts (publicaciones), donde articular el tratamiento que personalmente se haya podido hacer de los materiales de estudio, las actividades desarrolladas en el marco de las clases y demás cuestiones se considere oportuno tener en cuenta para la ocasión.
La idea de los (hiper-)textos de bitácora (y los eventuales comentarios que se les puedan hacer) es que cada uno vaya actualizando y poniendo en dialogo ideas, preguntas, críticas, síntesis, aprendizajes, producciones, conclusiones… que vayan alcanzando a lo largo de la cursada.
Pero, para lograr que el blog se constituya en un verdadero espacio de conocimiento que se construye colaborativamente es necesario tener en cuenta que en las conversaciones que en los intercambios que queramos sostener, “escribiremos” en lugar de hablar. Piénsenlo desde una perspectiva colaborativa:
Deberán escribir sus (hiper-)textos de bitácora con la mayor precisión posible. Y esto empieza por construir un título que anticipe el contenido. La posición subjetiva que habría que sostener es: Aquí vendrá otro/a con los mismos condicionamientos que yo: ansiedad, poco tiempo, atención dispersa, etc. El resultado de lo que yo haga tiene que ayudarle a comprender rápido.
En este sentido, un post podría contener un promedio de entre 400 y 900 palabras apróximadamente, así como debería hacer uso de los recursos tipográficos disponibles para facilitar la lectura: tamaños, itálicas, negritas, colores...
No obstante, el texto quizás no sea el elemento central de los (hiper-)textos de bitácora. A esto, hay que sumarle la posibilidad de establecer hiper-vínculos a otros sitios de la web, colgar documentos y, fundamentalmente, la de insertar todo tipo de recursos multimediales: imágenes, gráficos, audios, videos, etc., cuyas características -sobre las que iremos profundizando a lo largo del año- deberían inscribirse dentro la perspectiva reseñada.

¿De dónde sale la idea de los (hiper-)textos de bitácora y hacia dónde apunta?

Aunque pueda sonar paradójico, el horizonte político-formativo dentro del cual se inscribe la propuesta de trabajo de la materia retoma lineamientos trazados en el pasado, tradiciones residuales,  que continúan teniendo influencia significativa en las formas de pensar y hacer en el presente. Estas tradiciones han dejado rastros, a continuación de los cuales andar los nuevos caminos que se van abriendo en el complejo territorio de los medios audiovisuales, las TIC’s y la educación.

En primer lugar, creo pertinente recuperar el valor que Simón Rodríguez le otorgara al viaje, en tanto conjunto de escenas educativas centradas en la vivencia y la experiencia subjetiva del traslado. A fin de cuentas, en la actualidad, los viajes también se efectúan virtualmente en los flujos informacionales que circulan a través de redes compuestas por medios audiovisuales y TIC’s, abriendo nuevas e inexploradas posibilidades educativas.

El rescate del viaje en esta tradición “pedagógico-nómade” nos conduce a distinguir el carácter formativo de otros espacios sociales más allá del escolar; cuestionando el encapsulamiento histórico-político de lo educativo sólo en la escuela (reduccionismo presente, por ejemplo, en el proyecto moderno de escolarización de Domingo Faustino Sarmiento).

Se habilita, así, la indagación de otros polos educativos que, como el mediático-tecnológico –tempranamente señalado y estudiado por Francisco Gutiérrez- pugnan por imponer su modo de “leer” y “escribir” la experiencia cotidiana y el mundo, más allá de lo que algunos comienzan a llamar como “ Paréntesis de Gutenberg”.

Es esta la línea en la que se ubica la propuesta de los (hiper-)textos de bitácora. La denominación resulta de la virtual conjunción del “ texto paralelo” pergeñado por Francisco Gutiérrez y Daniel Prieto Castillo, y la “bitácora” de Daniel Cassany; ambas modalidades de escritura que surgen de la movilización despertada por la realización de otra actividad (como estudiar, dialogar, mirar televisión, viajar, “navegar”...) y que implican una reflexión sobre la misma, a partir de la cual construir nuevos textos.




Reconociendo la dimensión educativa de los medios y las tic’s -así como su carácter político-cultural-, también asumiremos la propuesta de Mario Kaplún de utilizarlas para promover la expresión, el diálogo y la participación. Desde esta tradición, percibimos a los medios y las tic’s no sólo como supuestos facilitadores del aprendizaje o como recursos de enseñanza, sino como útiles para el intercambio de producciones elaboradas por los sujetos de la educación, para generar interacción, flujos comunicacionales y construir conocimiento colectivo.

Finalmente, al referirnos a conceptos como los de expresión, intercambio y participación, anudamos la preocupación por los medios y las tecnologías con la perspectiva pedagógica de Paulo Freire que, en oposición a la educación bancaria, apunta a instaurar el diálogo como estrategia de comunicación/educación. Vale la pena recordar que, para Freire, el diálogo es encuentro de los hombres, mediatizados por el mundo, para pronunciarlo y erradicar de esta manera al analfabetismo, en el sentido de los hombres que son impedidos de decir su propia palabra. Según el autor, pronunciar el mundo posibilita la articulación de un encuentro entre los hombres para reflexionar y actuar sobre él en una praxis liberadora. En este sentido, medios y tecnologías deberían constituirse en objetos desafiantes para problematizar la realidad y buscar transformarla a través de una praxis que devuelva a los hombres su derecho a decir lo que viven, sufren y sueñan.
 

Un abordaje en mayor profundidad de la propuesta de los autores mencionados aplicada a los weblogs se puede encontrar hoy en referentes como Fernando Irigaray, para quien este tipo de software social, puede proveer de los mejores ambientes y experiencias educativas. Por su parte, Alejandro Piscitelli sostiene que plataformas como Blogger facilitan prácticas (hiper-)textuales post-parentéticas como son el remix, el préstamo, el rediseño, la apropiación y la recontextualización del conocimiento y de todo tipo de producciones culturales. Incluso Jorge Huergo señala que las tic’s (los blogs, por ejemplo) brindan la posibilidad de interacción, conectividad, multimedialidad, hipertextualidad, creatividad e inteligencia colectiva. Características que Cristina Corea señalaría como indispensables para que los niños contemporáneos puedan realizar una experiencia educativa.