jueves, 1 de noviembre de 2012


La imagen y la escuela 


 ¿cómo utilizamos los docentes las imágenes en nuestras clases? ¿Con qué fin?
Ana Abramowsky explica dos actitudes docentes que se dan como fundamento mayoritariamente: por un lado, las imágenes se utilizan para formar miradas críticas y por otro, para capturar la atención.
La primera de estas acciones, está relacionada con desenmascarar una verdad que teóricamente estaría oculta, en este sentido, el docente correría el velo de las imágenes, “haría visible lo invisible”, sería un liberador.

Por otro lado, decíamos, el docente utiliza las imágenes para capturar la atención de los alumnos. Abramowsky explica que si bien las imágenes se utilizan con fines de atraer el interés, es éste un interés ordenado a los fines pedagógicos, es decir, controlado.
“Criticar” por una lado, y “seducir”, por el otro. Y sobre esta seducción, explica la autora:
“Pareciera que lo que nos incita a mostrar imágenes es la voluntad de tornar a la escuela atractiva al mismo tiempo que aggiornarla una escuela con imágenes se torna más atrayente ”

Esto que explica la autora me hizo recordar a una de mis prácticas en la escuela Nº3 "Bartolome Mitre" de Ballester, donde en una de las clases los alumnos realizaron unos afiches con imágenes de los pueblos aborígenes a lo cual la docente a cargo me  propuso pegarlos en la entrada de la escuela para que todos lo vean ,a lo que yo conteste que me parecía una buena idea para que todos leyeran ademas todo lo que los chicos habían producido ,a lo que ella contesto "No,no esperes que alguien lea eso todo lo que esta pegado ahí nadie lo lee es de relleno"

En nuestra cultura digital, en la cual el impacto de la imagen en el  ámbito social e 
  
 individual  y en donde suele predominar la imagen por sobre el mensaje escrito el 
  
 desafío consiste en educar observadores y no simples “miradores” que sean capaces 
  
 no  sólo  de  inferir  mensajes  y  meta  mensajes  a  partir  del  estímulo  iconográfico 
  
 complementado con el mensaje verbal y para verbal sino también capaces de ser ellos
mismos productores y constructores de dichos mensajes 
  Sin embargo vemos que las imágenes se multiplican en nuestra cotidianeidad de la cuál 
  
 la escuela no es ajena, pero no así las estrategias didácticas que permitan hacer un uso
 valorativamente educativo de las mismas. Hoy en día todo puede ser mirado pero, cuál 
es el valor de lo visto y cuál es el sentido de lo observado; en definitiva, cuál es el valor 
 educativo de la imagen.

Es decir que debemos promover aprendizajes que les permitan a nuestros alumnos 
transformarse en:
lectores y creadores  capaces  de significar,  inferir,  valorar,  apreciar  e interpretar  objetivamente  el mensaje  originado  a partir  de la  lectura de  imágenes siendo  capaces  ellos  mismos  de  generar  mensajes  que  tengan  en  cuenta  la significatividad que producen en potenciales receptores.

En la configuración de nuestro bagaje cultural nos vamos apropiando de imágenes impuestas por los regímenes de visibilidad dominantes sin cuestionar su procedencia, sin siquiera preguntarnos si existen otras posibilidades. Por ello, somos los docentes quienes debemos “mirar” desde varias perspectivas, ya que si podemos aunque sea sembrar la duda en nuestros estudiantes, habremos abierto la posibilidad de interrogar imágenes, de cuestionar regímenes escópicos, e incluso de transformar miradas....

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