martes, 18 de septiembre de 2012

Imágenes...¿un recurso para enseñar?


Para empezar, me referiré al texto "La escuela y las imágenes" de Abramowski....
Cuando la escuela les dice que “no” a las imágenes: exclusiones y censuras

“El pensamiento occidental del cual nos nutrimos –explica Meirieu (2005)- se ha construido sobre la desconfianza de la imagen. Para Platón y sus discípulos, la imagen es por definición, engañosa y es necesario desprenderse de ella para acceder al concepto”.
Me resulta sumamente interesante estos postulados, ya que son puntos contrapuestos que dan cuenta que hace ya varios años, las imágenes están ubicadas en un punto de controversia.
En realidad, las escuelas se hacen eco de una sospecha generalizada ante “lo masivo”, considerado de baja calidad, superficial, poco “culto”, grosero, una suerte de degradación de la “alta cultura”.
En la primera mitad del siglo XX, con la aparición del cine, los miedos estaban depositados en el cine, en la segunda mitad del siglo XX, esos miedos se trasladan a la televisión. El miedo, el rechazo y la resistencia ante determinadas imágenes, justificado por sus efectos supuestamente indeseables, se apoya en una noción de la mirada de tipo pasiva o lineal. Es decir, entre el acto de ver y el pensamiento o la acción asumida por el espectador se establecería una causalidad lineal y pasible de ser predeterminada. En este sentido, el rechazo hacia ciertas producciones visuales pondría en evidencia, antes que un menosprecio del poder de persuasión de las imágenes, un reconocimiento tal vez exacerbado. Y, al mismo tiempo, un amplio reconocimiento de su capacidad de transmitir saberes
Otra cuestión es que la manipulación y la influencia siempre se identifican en términos negativos (no habría teorías de la manipulación “positiva”, o de la “buena” influencia). Además, desde estos planteos, los manipulados siempre son “los otros” (los alumnos, los espectadores comunes).

(esta imagen creo que muestra el miedo de los docentes, porque en su mayoría consideran que las imágenes distraerá a los alumnos de sus objetivos pedagógicos)
Cuando la escuela les dice que “sí” a las imágenes: inclusiones pedagógicas

En el caso de la inclusión pedagógica de imágenes es posible encontrar, en las bases, las ideas pedagógicas de un clásico: Comenio.
Las imágenes sirven porque cautivan a los alumnos, despiertan su curiosidad y permiten que éstos no sufran con el aprendizaje. Según Comenio, los niños tienen "sed de imagen" y “el ojo no se hastía de mirar”. Entonces, los libros “adornados con figuras” fortalecen el trabajo pedagógico.
Cuando en el campo educativo se aconseja usar imágenes como “disparadores”, o para “llamar la atención de los alumnos”, se está apelando tácitamente a esta tradición que entiende a la imagen como una fuente de seducción. Se trata de “aprovechar” -pedagógica y escolarmente- esta capacidad de propia de lo visual de movilizar, atraer, impactar.
A comienzos del siglo XX se generó en las escuelas un creciente interés por incluir la tecnología del cinematógrafo en tanto recurso para potenciar las enseñanzas.
El cine es considerado aquí un material didáctico más. La tarea y supervisión del docente serán fundamentales para que la actividad se desarrolle con éxito. 
Es posible observar que las escuelas promovieron la inclusión de ciertas imágenes, pero con una condición: el ejercicio de mecanismos de vigilancia y control pedagógicos y la subordinación a claros objetivos escolares y educativos. Cuando la escuela les dice que “sí” a las imágenes lo hace, en general, supeditándolas a la lógica escolar y a los objetivos pedagógicos. Se trata de una inclusión siempre supervisada y vigilada. En este sentido, serán “ciertas” imágenes y “ciertos” usos los permitidos.
En la inclusión de imágenes se está reconociendo el poder de persuasión de las imágenes, su capacidad de atraer a los espectadores, así como de permitir el acceso al conocimiento.

http://www.me.gov.ar/monitor/nro13/dossier2.htm(este enlace es otro texto de Ana Abramowski, me resulto interesante por eso decidí compartirlo)
http://repositorio.educacion.gov.ar/dspace/bitstream/handle/123456789/89762/Pedagog%C3%ADas%20de%20la%20imagen..pdf?sequence=1(en este enlace hay proyecto que realizaron Inés Dussel ; Ana Abramowski; Belén Igarzábal y Guillermina Laguzzi sobre los aportes de las imágenes en la formación docente)
Cuando la escuela promueve miradas crítica.
Mirar críticamente es mirar atentamente y no dejarse engañar ni seducir -en tanto la seducción puede resultar una peligrosa forma de sumisión−. Mirar críticamente es analizar, clasificar, despejar, desentrañar, develar, discernir, es decir, es poner en juego un conjunto de estrategias intelectuales tendientes a descubrir o desocultar sentidos profundos e implícitos, para poder ser conscientes de ellos. Traer a la luz aquello que permanece oculto o pretender “hacer visible lo invisible” han tenido como trasfondo cierto espíritu liberador: ver más allá, más profundo, más lejos; ver lo que otros no ven, libera, despeja velos de ignorancia.
Mirar críticamente, convertirse en un espectador crítico, es un ejercicio intelectual que requiere despejar aquello del orden emotivo que provocan las imágenes. En este sentido, esta concepción de la crítica parte del supuesto del engaño. Algo siempre puede resultar engañoso: las imágenes mismas, lo que muestran, las intenciones de quien las produjo. Por eso su arma es la sospecha. Algunas versiones de la sospecha han conducido a la censura. En este caso, la sospecha tiene la función de motorizar al pensamiento. El desafío que se impone en este punto no es abandonar la crítica sino ver en qué medida se pueden recrear sus sentidos.
Considero que este es un punto importante que debe tener en cuenta la escuela, y en especial los docentes al momento de incluir las imágenes en sus planificaciones pedagógicas, ya que son un gran aporte en el aula y para la enseñanza, pero siempre partiendo de la formación de alumnos críticos, que sepan elegir, que no se dejen engañar, y que siempre formen ellos mismo una opinión.
 La escuela y el régimen escópico contemporáneo
 ¿Cómo se vincula la escuela con la actual iconosfera?
 Hay un concepto, el de régimen escópico o de visibilidad, que sirve para organizar y dar inteligibilidad a nuestras prácticas y situarlas en contexto. Según José Luis Brea los “regímenes escópicos” se definen en función de: “[1] un conjunto de “condiciones de posibilidad” –determinado técnica, cultural, política, histórica y cognitivamente- que afectan a la productividad social de los “actos de ver”, como [2] un sistema fiduciario de presupuestos y convenciones de valor y significancia, que definen el régimen particular de creencia que con las producciones resultantes de dichos actos es posible establecer”.
Es dentro de determinados regímenes de visibilidad que se va educando nuestra mirada. Si quisiéramos señalar algunos de los rasgos característicos del actual régimen de visibilidad, podríamos mencionar:

1. Vivimos en un mundo que produce muchas, muchísimas imágenes, destacándose su inédita producción, circulación y accesibilidad. Esto genera experiencias visuales singulares. Esta inédita circulación de imágenes es posible por la inédita capacidad de registro. “Casi siempre hay alguien observando y grabando".
2. Esta nueva condición genera una particular relación entre ver y conocer. De la mano de diferentes tecnologías de la visión, el ojo fue llegando a zonas que otrora le estaban vedadas. Es posible ver territorios, objetos, sujetos, situaciones y asuntos de los más variados, impensablemente visualizados en otras coordenadas espacio temporales. Google Earth43 es un ejemplo de ello.
 3. Otro rasgo es la tendencia a “espiar” la vida de los otros así como a “exhibir” la propia vida. Maneras de mostrar y mirar que remiten en cierto modo al exhibicionismo. Cámaras ocultas, cámaras sorpresas, cámaras de vigilancia, cámaras testigo y programas de televisión que siguen el formato del Reality Show, son formas visuales en las que estas tendencias se concretan.
4. También caracteriza a estos tiempos la proliferación de intercambios subjetivos mediatizados por imágenes. Las videoconferencias, la multiplicación de contactos a través de cámaras webs, los fotologs, las comunicaciones vía Skape, entre otras experiencias colectivas que involucran imágenes, dan cuenta del poder de las imágenes para generar sociabilidad y formar comunidades.
5. El actual régimen escópico presenta una particular relación entre el ver y el sentir. Vivimos una época que celebra la explosión de ese “yo” que ha decidido salir afuera a proclamar lo que siente y a exponer su intimidad. Podríamos pensar que estamos asistiendo a una suerte de tiranía: la de la expresividad y visibilidad emocional.
6. La producción digital de imágenes y la consecuente multiplicación de imágenes electrónicas, flotantes, efímeras, que duran poco, que se retocan y manipulan y la no existencia de “negativos” (en tanto huellas originales) contribuyen a que la imagen esté dejando de ser depósito –y certificado- de verdad. Esto trae consecuencias en la relación entre ver y creer. Se define a esta época como la era de la sospecha: “Escepticismo. Desconfianza. Incredulidad. 
7. Por último, se tiene una  “visión total”, que parece no dejar nada afuera; algo que podríamos llamar hipervisibilidad.
Si bien el deseo de mirar (lo que algunos llaman pulsión escópica) es estructural, porque el ojo siempre ha tenido “apetito” por ver, hoy pareciera tener un hambre tan insaciable que ninguna imagen alcanzaría a satisfacer. En la actualidad nos encontramos con una gran necesidad de mirar y documentarlo todo, aunque no se tenga en claro el destino o el valor de las imágenes capturadas.

2 comentarios:

  1. Hola Natalia.
    Podríamos decir que tu post es una síntesis enriquecida del texto de Abramowski.
    Digo síntesis, porque gran parte de lo que ponés es con citas extensas del artículo. Y digo enriquecida, respecto a los comentarios que agragás, algunos links y la imágen.
    Sin bien quedó prolijo y correcto, también está algo alejado de la consigna que pedía una bitácora, es decir, un relato de la experiencia, en este caso, de lectura, resumen, comentario, hipertextualización... en suma, enriquecimiento del original.
    Tenelo en cuenta para el próximo post.

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